viernes, 11 de junio de 2010

Cuidados del Cabello






Un cabello mal cuidado puede echar a perder fácilmente los esfuerzos y el tiempo invertidos en maquillarse y aun en vestirse impecablemente.

El cabello ejerce una influencia decisiva en la apariencia general de las personas. De ahí la importancia de mantenerlo saludable y con brillo.

Esto se logra por medio de una buena nutrición, ingestión de agua, descanso, aire fresco, suficiente ejercicio, mantenimiento equilibrado del sistema nervioso, cuidados para liberar el organismo de toxinas y un correcto cepillado.

El cabello tiene edad: su período de vida es de 3 – 4 años y el cuero cabelludo es el encargado de renovarlo. Además, cambia de color con los años y con el clima.

Obviamente, es posible cambiar el color del cabello por medios artificiales. Pero esta decisión hay que tomarla teniendo en cuenta el color de la piel y la forma del rostro. El pelo rubio, por ejemplo, no les sienta bien a todas las mujeres: en lugar de destacar sus rasgos los puede opacar.

De cualquier forma, tanto mujeres como hombres pueden confiar actualmente el cuidado de su cabello a peluquerías especializadas. Las recomendaciones que presentamos en este capítulo son sobre todo para seguir en casa.

El cepillado


El cepillado es una práctica muy efectiva para mantener la vitalidad del cabello, pues lo protege del desgaste al que se ve sometido diariamente por causa del estrés, la polución, la fatiga, la alimentación desbalanceada y la utilización de productos muy fuertes que le restan brillo.

Es importante cepillar el cabello, tanto en las mañanas, para lubricarlo con la grasa segregada por la raíz y activar la circulación del cuero cabelludo, como en las noches, para eliminar el polvo y los residuos de lacas y geles.

¿Que cepillos usar?

A la hora de escoger un cepillo, prefiera el de cerdas de seda u otras fibras naturales, redondeadas en la punta y montadas sobre base de caucho. En cuanto a tipos de cepillos, el mercado europeo los ofrece con pelo de jabalí, perfectos para cabellos frágiles y delgados, o con cerdas de madera, especiales para cabellos rebeldes.

Reserve los cepillos de cerdas artificiales para ordenar el cabello mientras utiliza el secador y haga a un lado los utensilios metálicos, pues pueden actuar desfavorablemente sobre su cabello.

Es muy importante mantener limpios los cepillos; de lo contrario pueden convertirse en un campo generador de microbios. Para evitar esto, lávelos una vez por semana en agua jabonosa, enjuáguelos perfectamente y séquelos.

Le aconsejamos tener dos cepillos diferentes, uno para peinarse y otro a manera de “limpiador”, que actuará como rastrillo, frotando y sacando las impurezas y restos de cabello que podrían afectar su salud.

El cuero cabelludo

El cuero cabelludo es la capa de la piel en donde tiene lugar el nacimiento del cabello. En muchas ocasiones sufre de resequedad debido a la utilización de productos químicos, efecto que se manifiesta bajo la forma de una ligera descamación de las células superficiales, acompañada de picazón.

Las investigaciones realizadas sobre esta sensible parte del cuerpo han determinado que, como el resto de la piel, el cuero cabelludo tiene la propiedad de absorber y retener humedad, al tiempo que precisa de un equilibrio en su balance de hidratación para no padecer descamación, muchas veces confundida con la caspa.

Las rutinas estéticas, tanto femeninas como masculinas, han incorporado desde hace años la utilización de productos hidratantes que buscan restablecer el balance de humedad de la epidermis. Por esto es importante que a la hora de elegir un champú, este contenga componentes suaves e hidratantes.

Tipos de cabello

Como el cutis, su cabello pertenece a un tipo determinado; por esto es importante que usted sepa cuál es el suyo, para establecer la clase de productos que debe utilizar.

Cabello seco

Este tipo de cabello presenta una consistencia frágil, opaca y quebradiza. Su apariencia seca puede deberse a factores naturales, al abuso de productos inadecuados o al medio ambiente.

Como la resequedad es uno de los problemas más frecuentemente sufridos por el cuero cabelludo, los especialistas han creado fórmulas sofisticadas que contienen nutrientes para restituirle el brillo y la elasticidad y hacerlo retener la humedad necesaria, devolviéndole el equilibrio perdido.

En caso de tener el cabello reseco por la utilización de productos químicos, debe escoger un producto formulado para cabello teñido, compuesto por una combinación de acondicionadores que limpian el cabello sin afectar el color y le dan una apariencia radiante.

Si en la actualidad su cabello se encuentra extremadamente seco y dañado, escoja productos con fórmulas intensivas que contengan complejo de vitamina B para fortalecerlo, así como gran cantidad de queratina, proteína vital para mantenerlo saludable.

¿Cómo amoldarlo?

Ante todo evite los productos a base de alcohol, especialmente si se trata de lacas, ya que estas estimulan el resecamiento; en caso de utilizar secador, ajústelo en la temperatura más baja.

Aplique una crema con base aceitosa para amoldarlo; empiece el proce3so untando un poco en las palmas de las manos, frote y esparza cuidadosamente en las puntas dañadas, o si es el caso, en todo el cabello.

Un masaje le ayudará a mantener el cabello en mejores condiciones: cuando tenga un momento libre, presione las yemas de los dedos contra el cuero cabelludo y frote con suavidad; recuerde que esta piel tiene elasticidad y movimiento naturales.

Cuando cepille su cabello, doble el cuello hacia delante de manera que la sangre fluya hacia el cuero cabelludo; hágalo con cepilladas largas, siguiéndolas y suavizándolas con la otra mano. Esto ayuda a eliminar la electricidad estática que con frecuencia se produce al peinarse.

Cabello grasoso

Este tipo de cabello se caracteriza por no tener volumen y presentar, después de un día de lavado, una apariencia húmeda debida a un excesivo trabajo de las glándulas sebáceas que puede obedecer a causas genéticas o tener su origen en problemas del sistema nervioso o en desequilibrios en la alimentación.

Pudiera pensarse que la solución al cabello grasoso estaría en controlar la secreción de las glándulas sebáceas, pero esto es algo completamente imposible; sin embargo existen algunas soluciones transitorias que pueden ser de gran utilidad.

¿Cómo amoldarlo?

Lo primero es llegar a un equilibrio en la aplicación del tratamiento escogido, pues mientras en algunos casos el lavado diario tiende a empeorar la situación debido a la sobreestimulación de las glándulas sebáceas, en otros, el no lavarlo con frecuencia da como resultado una desagradable masa de cabello lacio y pegajoso.

Lo mejor que puede hacer, en caso de poseer este tipo de cabello, es lavarlo con la frecuencia requerida, pero utilizando un champú suave para cabello normal.

Otra alternativa consiste en utilizar una loción especial, sin alcohol, para reducir la grasa: aplíquela, déjela secar y luego lave el cabello con abundante agua.

No cepille con demasiada frecuencia ni haga masajes muy fuertes en el cuero cabelludo; y cuando lo haga, eche la cabeza hacia delante de manera que los aceites se dirijan a las puntas. Además es aconsejable utilizar agua fría para lavar el cabello, y para secarlo, basta con retirar el exceso de agua y dejarlo al natural.

En cuanto a la alimentación, vigile su dieta, trate de consumir muchas frutas, vegetales frescos y abundante agua. Beba igualmente infusiones de hierbas, preferiblemente de té de milenrama o de cola de caballo.

Tenga en cuenta que el cabello suele volverse temporalmente graso en épocas como la pubertad y durante o inmediatamente después del embarazo, y que luego recupera lentamente su estado normal.

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